De Héroe a Heroína: un cambio de paradigma.
A medida que avanzamos en la vida, pueden surgirnos grandes preguntas existenciales y el deseo de entender nuestro papel en el mundo. Como si estuviéramos buscando pistas en un juego, intentamos interpretar "mensajes" que nos arrojen luz sobre nuestra razón de ser en el mundo. Anhelamos relaciones significativas y pertenecer a una comunidad; nos preguntamos acerca de nuestro propósito y de adónde y cómo encajamos en un contexto más amplio.
Existen arquetipos (mitos o historias universales que nos comunican cosas a través de símbolos) que podemos utilizar como mapas para ir descubriendo estos misterios, incluso cuando los estamos encarnando de manera inconsciente.
El Viaje del Héroe:
El Viaje del Héroe, popularizado por Joseph Campbell en su libro "El Héroe de las Mil Caras", es el arco narrativo por excelencia de muchas buenas historias e incluso películas de Hollywood. Piensa en Matrix, El Señor de los Anillos, Star Wars, Dune... Hace referencia a una persona ordinaria que recibe un llamado que lo hace dejar su vida cotidiana atrás para aventurarse a lo desconocido. En el camino conoce aliados, pero también se enfrenta a demonios y dragones, y a todo tipo de obstáculos y pruebas que debe superar para triunfar. Es ganar a toda costa para descubrir el tesoro que le permitirá salvar a su pueblo y a su gente. Al regreso, el héroe es admirado y reconocido por esta increíble hazaña. Es un viaje hacia afuera.
El Viaje de la Heroína:
Maureen Murdock, estudiante de Campbell, escribió un libro sobre los retos psico-espirituales que experimentan las mujeres específicamente. Hace alusión al viaje de descenso a nuestra propia alma... un viaje oscuro, confuso, doloroso, que en lugar de ser impulsado por un llamado a la aventura, es impulsado por una ruptura o profunda desilusión, a menudo con una figura masculina, que nos hace cuestionarnos todo. El Viaje de la Heroína es el viaje hacia nuestro interior.
Es un viaje caótico, incómodo, no lineal, y con más preguntas que respuestas. Siendo así, no es sorprendente que muchas personas queramos evitarlo. Sin embargo, las recompensas que nos brinda el permitirnos sentir son invaluables. Creo firmemente que abrazar nuestro dolor, permitirnos sentir, fortalecer nuestra relación con la intuición, acompañarnos, soltar el control y entregarnos al misterio de la vida son actos revolucionarios. Al conectar con cualidades más "femeninas", restablecemos balance y armonía, y nos reconocemos valiosos por el simple hecho de existir.
Al estar atravesando mi propio viaje de la heroína después de una separación y una enfermedad, he descubierto que cuando encarnamos este arquetipo, ocurre algo mágico y expansivo; nos volvemos capaces de asimilar y agradecerlo todo: la belleza, la dificultad y la impermanencia de la vida.
Del Héroe a la Heroína: un cambio de paradigma
El cambio de paradigma social representado por la transición del Héroe a la Heroína es un movimiento crucial en la evolución de nuestra sociedad. Esta transformación se deriva de la comprensión de que las cualidades históricamente etiquetadas como "femeninas" y "masculinas" no están intrínsecamente ligadas a un género, sino que pueden enriquecer la experiencia humana en cualquier contexto. Esto nos abre a nuevas formas de abordar desafíos tanto a nivel individual como colectivo.
En la sociedad patriarcal en la que vivimos, se nos ha condicionado a adoptar cualidades consideradas "masculinas", como la competitividad y la productividad insaciable, para tener éxito y ser valorados en un mundo que enaltece y premia estos valores. En el libro "If Women Rose Rooted", la escritora Sharon Blackie escribe: "Durante siglos han suprimido y considerado inferiores cualidades asociadas a lo 'femenino': soñar, crear, nutrir, comunidad... hemos perdido tanta sabiduría a raíz de esto."
¿Cómo hacemos entonces para subsanar ese vacío, rescatar esa sabiduría y sanar nuestras heridas femeninas y masculinas? Intuyo que pasa por reconectar de manera profunda con la naturaleza y reconocernos parte de ella. Por llevar amor y compasión a nuestra oscuridad, esos demonios internos que tenemos reprimidos y desatendidos. Abrazar nuestro dolor y reconocerlo como parte esencial de nuestra experiencia humana. Desarrollar nuestra relación con la intuición y con el cuerpo. Acompañarnos. Escuchar historias juntas. Entender que estamos aprendiendo nuevas formas de SER, y que eso requiere tiempo y paciencia. Al enaltecer cualidades que históricamente han sido "femeninas", restablecemos un balance y armonía, y nos reconocemos valiosos por el simple hecho de existir. Ya no hay nada que probar.
¿Cuál es la recompensa por ese arduo trabajo de mirar hacia adentro y traer conciencia a nuestras vidas? El vivir de una manera auténtica, plena y libre. Reconectar con nuestros cuerpos, nuestra creatividad y nuestra intuición. Dejar de vernos como víctimas y tomar responsabilidad por crear la vida que queremos. El amarnos y darnos esa validación interna, ese auto-reconocimiento, en lugar de buscarla afuera y depositar nuestro poder en los demás. La heroína sabe que antes de salvar el mundo, necesitamos llevar la luz de la conciencia a nuestro interior y reconocer nuestra naturaleza interdependiente.
¿Qué pasaría si lleváramos esta sabiduría a líderes que tienen la capacidad de generar un efecto multiplicador en sus esferas de influencia? Cada vez más estamos viendo las consecuencias devastadoras de tener personas sin capacidad de verse en posiciones de poder. El movimiento de héroe a heroína nos invita a pasar del individualismo a reconocer nuestra naturaleza interdependiente; de actos de dominación a esfuerzos de colaboración; de priorizar la conexión sobre "tener la razón."
Este es el enfoque que nos puede ayudar a abordar los desafíos y desigualdades actuales y allanar el camino hacia un mundo más armonioso y sostenible. Solo cuando reemplazamos el "¿qué puedo hacer por mí?" por cuestionarnos "¿cómo puedo contribuir al sueño colectivo?" podemos empezar a construir un mundo que tome en cuenta las necesidades de todos los seres vivos y del planeta. En eso, el Viaje Arquetípico de la Heroína tiene mucho que enseñarnos.
-Chris